Emisor: Produce el mensaje y lo envía.
Receptor: Recibe el mensaje y lo interpreta.
Código: Conjunto de signos y reglas que el emisor y el receptor conocen y que sirven para codificar y decodificar el mensaje.
Mensaje: Enunciado enviado por el emisor y recibido por el receptor.
Referente: Elemento, situación real a la que se “refiere” el emisor.
1. Función Emotiva o expresiva:
Se centra en el emisor, expresa una opinión frente a lo que está diciendo, o
está manifestando un estado interior. Ejemplo: "Estoy
muy cansado”
2. Función Conativa: Se
centra en el receptor. Hay una intención explícita de producir una reacción o
respuesta de su parte. Ejemplo: "¿Me alcanzas el azúcar, por
favor”; "Devuélveme mi libro".
3. Función Poética: Se centra en el mensaje
y la forma en que este se construye. No se refiere exclusivamente al uso del
lenguaje en la poesía, sino que se reconoce también en tipos de comunicación
cotidianos. Ejemplos:"Tal
para cual".; "El que quiere celeste, que le cueste".
4. Función Metalingüística:
Se centra en el lenguaje mismo. Cuando necesitamos aclarar el sentido de lo que
se ha dicho, el significado de una palabra o explicar la manera en que debe
decirse algo. Ejemplo: "¿Qué quiere decir ‘ambiguo’?”;
"’Ambiguo’ es sinónimo de ‘incierto’”
5. Función Fáctica o
fática: Se centra en el contacto. Corresponde a aquellos
mensajes o usos del lenguaje para establecer, mantener, verificar e interrumpir
la comunicación; en la comunicación oral, formas de entablar un diálogo,
mantener la atención del receptor, saber si éste sigue atento y terminar la
conversación. Ejemplos: "¿Alo?¿Me escuchas?”; "Cómo
decía,…”; "Hasta luego".
6. Función
Referencial: Se centra en el contexto. Predomina el tema o
contenido del mensaje, es decir, la información que se transmite. Ejemplos: "La
ballena es un animal mamífero”; "Claudia es una niña de vestido azul, con
el pelo negro trenzado".
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